martes, 20 de abril de 2010

Second Life: el otro yo virtual

Actualmente internet ofrece plataformas y redes sociales en las que los cibernautas pueden asumir roles de personalidad distintos a los que diariamente interpretan en sus vidas reales

Fabiana López Berra

Tanto las redes sociales como las plataformas virtuales de interacción han hecho de internet un lugar para estar, en vez de para usar. Con el paso del tiempo muchas personas han buscado en la web lugares para intimar, para hacer amistades, para hacer negocios y en general para desarrollar una vida digital que los aleje de la cotidianidad. Este es el caso de los más de 12 millones de usuarios que conviven en Second Life, una plataforma virtual de interacción en la que sus miembros viven una 'segunda vida'.

Estas vidas paralelas muchas veces nada tienen que ver con las vidas reales de los usuarios de Second Life. A través de esta plataforma algunos usuarios deciden asumir roles de personalidad tan distintos a sus yo originales, que hacen pensar en la posibilidad de alter egos cibernéticos.

Enrique Villasana es un joven de 17 años que actualmente estudia ingeniería en telecomunicaciones. Macho Camacho que come Pistacho es su avatar en Second Life y, en contraste con él, es un chico de 21 años, que tiene la edad suficiente para hacer lo que le plazca en la plataforma. Villasana explica que mientras él se caracteriza por ser un chico tímido y estudioso, su otro yo cibernético es totalmente opuesto a él: “me encanta entrar a los bares y caerle a golpes a todo el que encuentre, además me gusta curiosear la vida de los demás, aunque no he entablado relaciones extensas con nadie”.

Jorge Portella, licenciado en Ciencias Sociales, explica que estas ‘sociedades virtuales’, donde los sujetos desarrollan una personalidad libre de los controles y las sanciones sociales supuestas por ellos mismos o propuestas por sus sociedades o grupos de referencia, son finalmente espacios espontáneos de control social donde ciertas desviaciones se manejan dentro del marco de una moralidad aceptable, ya que a nadie le afecta que un sujeto virtual agreda, se prostituya o simplemente sea promiscuo, puesto que el sujeto en su vida diaria tiene un comportamiento ‘normal’.

El psicólogo Alexander Ibarra indica que uno de los grandes atractivos de Second Life es que brinda la posibilidad a sus usuarios de probarse en otras identidades y recrear ciertas fantasías a través de la interpretación de roles distintos o similares a los que cotidianamente asumen en la vida real. Sin embargo, no cree que mediante esta plataforma salgan a la luz alter egos, más bien lo que se desarrolla son distintas extensiones de la identidad del individuo, en la mayoría de los casos: “puedes probar identidades, géneros, formas de ser. Second Life permite recrearse a sí mismo de formas que fuera de la vida virtual no son tan sencillas. Eso no quiere decir que las personas que hagan uso de la plataforma tengan algún problema psicológico”.

Ponchituti Boucher —residente de Second Life— ve en la plataforma un lugar donde poder desarrollarse de la manera que se quiera: “puedes cumplir tus sueños, hacer cosas que jamás harías en la vida real y vivir experiencias de todo tipo. Hay que tener en cuenta que siendo creada, administrada y habitada por los seres humanos, pues allí encontrarás todo lo bueno y lo malo de nosotros mismos, desde la más loable de las virtudes hasta la más baja de la miserias, tal cual en el mundo real. La diferencia es que en Second Life no mueres, no envejeces, puedes ser perfecto desde punto de vista físico”.

Esta plataforma brinda a sus usuarios la posibilidad de configurar sus avatares de acuerdo a sus gustos. Se pueden crear avatares tan parecidos o diferentes a la persona como se desee. La complexión, forma de la cara, color de cabello, tono de la piel y en general todo es maleable. Yesenia Canelón comenta que la facilidad de variación que permite la plataforma hace posible un cambio de imagen cada vez que se quiera: “a Bellota Canela le cambio el peinado a diario, hasta ayer era una rubia alta y delgada; hoy, es una china bajita”.

Shynia Tandino describe la plataforma como un lugar distinto para cada residente: “será para cada persona lo que quiera que sea. Si quieres conocer personas únicamente, pues sólo eso será para ti; si quieres que sea para jugar, eso será por medio de los juegos de role play; si quieres que sea una herramienta educativa, eso será; si quieres que sea una herramienta de estudio de comportamiento social, eso será; si quieres que sea un negocio, también lo será. Es más que todo una plataforma virtual para desarrollar múltiples cosas, básicamente lo que tu imaginación te permita siempre y cuando este bajo los términos de servicio que permite Linden Lab. creador de Second Life”.

A diferencia de las redes sociales tradicionales, Second Life iconográficamente es mucho más interesante. Humberto Valdivieso, licenciado en Artes, explica que el hecho de tener un avatar que se mueva en tiempo real como en un juego de video dentro de un espacio recreado específico, forma parte de lo que es nuestra episteme contemporánea: “vamos hacia el 3D, vamos hacia la perspectiva visual. Eso ya para la gente es cómodo, por lo tanto esta realidad virtual es más atractiva que Facebook o Twitter”.

Con una realidad cibernética construida totalmente en 3D, los residentes de Second Life manejan la plataforma como un ‘juego virtual’ en el que se puede volar, correr o caminar. También pueden asistir a conciertos o manifestaciones públicas, tomar alguna clase, entablar conversaciones con otros avatares, bailar e incluso tener cibersexo.

Otro elemento atrayente es la posibilidad de crear casi cualquier cosa. Desde edificaciones hasta obras de arte son posibilidades creativas que se pueden concretar en Second Life. Es necesario para ello ciertos conocimientos de programación, ingenio y unos cuántos Dólares Linden (moneda circulante en la plataforma).

Existe dentro de la plataforma un sistema económico particular. Los productos y servicios se adquieren a través de operaciones realizadas en dólares linden, divisa que sufre fluctuaciones como cualquiera en la vida real. Además existe un mercado financiero que permite cambiar Dólares Linden a Dólares Americanos o Euros, a través de ciertas entidades bancarias que tienen oficinas en Second Life.


Venezolanos creativos en Second Life
Muchos venezolanos dentro de Second Life llevan vidas paralelas bastante activas. Han logrado éxitos profesionales, han recreado espacios del territorio nacional dentro de la plataforma y han realizado acciones políticas. Frolic Mills tiene una revista en inglés y castellano, además se encarga de realizar el concurso de Miss Universo dentro de la plataforma; ambas actividades le han reportado buenas sumas de Dólares Linden. Ponchituti Boucher es DJ y diseña ropa, que vende en la tienda que maneja conjuntamente con su hermana en Second Life, Kira. Nazariego Daviau ha recreado la ciudad de Maracaibo en Second Life, la cual ha llamado Maracaibo Life. También, se han realizado varias marchas en contra del gobierno de Hugo Chávez .

Shinya Tandino, AlexTrip Sands y Ponchituti Boucher son tres venezolanos residentes de Second Life que desde hace dos años realizan un programa radial llamado “Todo lo contrario”, que se transmite únicamente en la plataforma y en la página web del programa. Para este trío el trabajo es la actividad fundamental que desarrollan virtualmente. Sin embargo, se consideran habitantes de un vida paralela en la que trabajan, hacen familias y se divierten.

1 comentario:

  1. Fabiana, tu nota está excelentemente escrita. Me gustó mucho. Quizás faltó algo de contraste. Por ejemplo, está bien decir que es un sitio donde la gente puede asumir otros roles, cumplir fantasías, pero en muchos casos está supeditado a usar su tarjeta de crédito para comprar una mejor segunda vida. Lo mencionas, pero quizás debes hacerlo más claro.
    Es una nota fresca, agradable de leer.

    Fui alumna de Acianela en 2004, ahora trabajo en El Nacional.

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